La tipología de las proteínas puede dividirse, de forma simple, en dos tipos en función de su origen: animal o vegetal. Mientras que las primeras las obtenemos consumiendo productos procedentes de los animales, tales como la carne de res o ave, pescado, huevos o lácteos, la proteína vegetal puede encontrarse en legumbres, frutos secos, cereales y diversas semillas.
Bien es conocido que hay ciertas dietas, como es el caso de la vegana, que prescinden de la ingesta de proteína de origen animal, pero ¿es esto realmente beneficioso para la salud? ¿Qué proteína es mejor: la de origen vegetal o la de origen animal?
A continuación, se va a dar respuesta a esta cuestión, basándonos en un escrito del Comité de Médicos para una Medicina Responsable que esgrime sólidos alimentos para afirmar que las proteínas vegetales tienen, en comparación con las de origen animal, importantes y señalados beneficios para la salud del organismo.
Basándose en un estudio de la prestigiosa Universidad de Harvard, el presidente de dicho comité afirma contundente que «el consumo de proteína vegetal en lugar de la de origen animal reduce la mortalidad», destacando, a su vez que una alimentación basada en vegetales disminuye significativamente el riesgo de padecer ciertas enfermedades como diabetes u obesidad y otras patologías asociadas al sistema cardiaco.
Desmiente la falsa creencia de que los vegetales no contienen todos los aminoácidos esenciales
Es por ello por lo que emplaza a seguir una alimentación basada en proteínas de origen vegetal e, independientemente de la dieta, a prestar atención a los niveles de vitamina B12 y otros nutrientes, cuya escasez se relaciona con las personas que prescinden del consumo de proteína animal.
En ese sentido, el especialista indica que ha quedado demostrado que todas las plantas contienen todos los aminoácidos esenciales, lo que desmontaría la popular -y errónea- creencia de que los vegetales no contienen todos los aminoácidos necesarios.
Alimentos ricos en proteína vegetal
Ya sea a través de una dieta totalmente restrictiva como el veganismo o por la elección de sustituir con cierta frecuencia la proteína animal por la vegetal, lo cierto es que cada vez más personas se lanzan al consumo de proteína de origen vegetal. Una buena fuente de la misma es, por ejemplo, la popular soja, legumbres como las lentejas, las alubias o los garbanzos, o semillas como la chía o las de cáñamo. Sin embargo, en lo más alto de la lista de alimentos ricos en proteína vegetal se encuentra la espirulina, un alga que contiene los nueve aminoácidos esenciales y considerado un ‘superalimento’.